El Ayuntamiento de Adra ha adquirido casi 400 libros para ampliar el catálogo de la Biblioteca Municipal. La compra de ejemplares se ha realizado a través de una aportación de 5.000 euros que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha realizado para estimular el sector editorial. El concejal responsable de la Biblioteca Municipal, Antonio Sánchez, ha presentado esta mañana la colección de libros.
Antonio Sánchez ha destacado que la totalidad las obras “se han adquirido en los comercios locales de Adra para contribuir a impulsar la actividad económica del sector cultural de nuestra ciudad tras los efectos de la pandemia”. Asimismo, ha señalado que “en unos días estarán disponibles para su lectura, por lo que animamos a que los abderitanos y abderitanos disfruten de este amplio abanico de posibilidades”.
Cabe destacar que los libros que ahora se incorporan al catálogo de la red de bibliotecas, se van a repartir entre la Biblioteca Municipal y las sucursales de Puente del Río y La Curva. Además, los ejemplares se han seleccionado siguiendo las preferencias y sugerencias que los usuarios han realizado a través del formulario ‘Desideratas’, una herramienta que permite conocer con más profundidad las demandas más recurrentes.
Novelas policíacas, románticas, libros de misterio y una extensa variedad de obras componen la colección que se ha presentado y pasa a formar parte del catálogo municipal. Principalmente, se trata de las últimas novedades de este año 2020 y publicaciones recientes que han tenido una crítica notable. Por otra parte, en esta ocasión se ha destinado más de la mitad del presupuesto a la compra de libros destinados a los públicos infantil y juvenil puesto que necesitaban actualizarse.
Protocolo de seguridad
La Biblioteca Municipal de Adra cuenta con un estricto protocolo de seguridad para garantizar que se puedan utilizar las instalaciones con todas las garantías. Así, los usuarios deben utilizar obligatoriamente la mascarilla para acceder a la sala y se les toma la temperatura en la entrada. Además, el aforo es limitado y es necesario mantener la distancia de seguridad.
Para consultar o solicitar el préstamo de cualquier libro, el personal se encarga de facilitarlo para evitar que haya contacto y, una vez que finaliza el plazo y se devuelve, los ejemplares se separan del resto del catálogo para que no puedan ser utilizados por los usuarios hasta que no transcurra una semana. De este modo, se garantiza que no suponen un elemento de transmisión del virus. Por último, el uso de geles hidroalcohólicos es obligatorio y los trabajos de limpieza y desinfección son constantes.